MAIA URBANO
Edad: 15 años
Lugar de nacimiento: Bogotá, 13 de noviembre de 2009
Estudios: Liceo santa teresita
SOBRE MI 
Infancia y primeros recuerdos
Desde muy pequeño, mi abuelita flor fue mi gran compañera y cuidadora. A los tres años ingresé al jardín infantil, donde descubrí mi pasión por la banda escolar: aprendí a manejar el bastón, la lira y los platillos. Además, disfrutaba muchísimo de las manualidades y las actividades recreativas. Mi abuelita me consentía con pan y cereales etc.…, yo le ayudaba a reciclar me premiaba con mil pesos cada vez que llegábamos a casa.
Gustos y aficiones
Frutas: Mi primer gran gusto fue la fresa,
Animales: Siempre me han fascinado. Tuve un gato al que adoraba y, aunque tristemente ya no está conmigo, aprendí a valorar el cariño de las mascotas. Hoy cuido con esmero a bigotes, cuya tranquilidad me encanta.
Deportes y manualidades: Me apasiona patinar y realizar todo tipo de manualidades.
Lo que evito: No soporto la gente negativa ni las malas vibras; prefiero rodearme de amigos que aporten buena energía.
La pandemia y el cambio de rutina
En 2020, la llegada de la pandemia trastocó mi día a día: las clases presenciales pasaron a ser virtuales y, a veces, me costaba mantenerme despierto frente a la pantalla. Fue entonces cuando mi mamá me regaló mi primer celular, que me permitió estar en contacto con mis amigos y sobrellevar el aislamiento. Aunque al principio fue un reto adaptarme al formato en línea, poco a poco encontré mi ritmo de estudio y descanso.Etapa actual
En 2023 nuestra familia compró una casa y nos mudamos; ahora salimos cada qué se puede con los amigos de mis papas y compartimos momentos inolvidables. Mi hermana inició sus estudios universitarios y yo comencé noveno grado en el tecno lógico. Compagino mis clases con mis hobbies y, aunque sigo siendo un poco dormilona, he aprendido a equilibrar el estudio, la diversión y el descanso.
Los granitos
Al cumplir trece años, noté que mi rostro comenzaba a cambiar: aparecieron los primeros granitos en la frente y las mejillas, Al principio me sentí un poco avergonzado: evitaba mirarme al espejo y hasta dudaba en salir a la calle sin maquillaje. Mis amigos también empezaron a hablar de cremas, jabones y trucos caseros.
Descubrí también que la alimentación jugaba un papel clave: reduje el consumo de frituras y chocolate, y empecé a tomar más agua y comer frutas frescas. Noté que, además de mejorar mi piel, me sentía con más energía.
hoy (2025) en día estoy estudiando, (educación media) juiciosa
Así es, en pocas palabras, mi historia hasta hoy.
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